Carta Abierta

Carta Abierta

Valle de la Pascua, 10-05-2010

Sres.:

DIARIO JORNADA

Atn: José María Arias. Editor Jefe

Manuel Arias. Director General

Presente.-

Estimados amigos, ante todo les saludamos muy cordialmente deseándoles el mayor de los éxitos en su devenir diario, muy especialmente en el plano familiar y empresarial.

En otro orden de ideas, la comisión de medios de la Parroquia Catedral Nuestra Señora de la Candelaria, representada aquí por los abajo firmantes, queremos agradecerles muy encarecidamente el apoyo que a lo largo de estos años, le han brindado a nuestra parroquia en el plano comunicacional.

Los espacios La Voz de la Catedral y El Buzón de la Catedral, (además de la cobertura periodística a las actividades que generamos) han hecho posible en buena medida la proyección del acontecer parroquial mas allá de las fronteras naturales de nuestra iglesia local, alcanzando sectores alejados de la misma, y manteniendo informado y formando, a un numero considerable de católicos que todos los sábados y domingos encuentran en el medio que ustedes dirigen un apoyo y un estimulo a sus creencias religiosas.

Comprar un ejemplar de Jornada hace parte de la rutina diaria del vallepascuense. Jornada tiene el mérito de ser quizás, el diario que ha perdurado por más tiempo en Valle de la Pascua, y lo ha hecho creemos, por la combinación de tres factores: gerencia, profesionalismo y credibilidad. Mantener un medio de comunicación equilibrado en tiempos de crispación política no es tarea fácil, llevar una línea editorial claramente definida sin denigrar de las posiciones contrarias, tampoco. En nuestra modesta opinión, Jornada había logrado sortear positivamente ese obstáculo. Afirmamos esto, porque nos ha extrañado que de un tiempo para acá, el equilibrio y la objetividad en las columnas de opinión han menguado de manera impresionante y en su defecto han publicado últimamente artículos que hacen referencia al ateismo y otros relacionados con la Iglesia y su jerarquía

Queremos dejar claro que todos sin excepción tenemos el derecho de expresar nuestro pensamiento e ideas sobre cualquier tema, la Constitución y las leyes nos lo garantizan. El ateo y el creyente pueden publicitar y confrontar sus puntos de vista por el medio (incluida la prensa) que estimen mas conveniente a sus propósitos. Tanto la postura teísta como la atea tienen suficientes fundamentos y argumentos para avalar su existencia en nuestra sociedad. De igual forma en ambos grupos existe una cierta cantidad de gente ignorante. Y entre esa gente ignorante se encuentran los fanáticos irracionales de su misma ideología.

No obstante pensamos que el debate teísmo-ateismo es ajeno a nuestra cultura e idiosincrasia, inventar o forzar su aparición como polémica es una idea absurda condenada de antemano al fracaso, no cuadra ni en el sentir, ni en la tradición de nuestro pueblo, mayoritariamente religioso y católico.

Un diario como Jornada puede perfectamente mantener una línea editorial agnóstica o atea, en eso no existe inconveniente alguno, lo que a nuestro parecer no está bien es que algunas personas se escuden en la “libertad de expresión” para difundir de manera irresponsable su fanático ateísmo.

Nuestra inquietud comienza, cuando en vez de sustentar teóricamente una visión del mundo o una ideología de forma seria y coherente, ciertos columnistas apelan a la mentira, la descalificación y la burla, para atacar la opinión contraria, dejando ver la irresponsabilidad con que utilizan su derecho a expresarse libremente. Es también una actitud bastante generalizada, en estos señores tratar superficialmente temas que involucran a la Iglesia, tergiversando totalmente su identidad, mostrándola como una rémora y un obstáculo para el desarrollo del hombre, o algo sin sentido.

El odio incondicional y dogmático por todo lo católico, aderezado con generalizaciones absurdas, argumentos falaces e incoherencias teóricas, expresan de forma trivial, irracional e irrespetuosa el poco o nulo conocimiento de lo que es la Iglesia y su rol a nivel social e individual. No exponen su filosofía y sus argumentos, sino que critican a los que profesan otra doctrina llamándoles infelices e injuriando a los que creen en Dios.

Esto se puede apreciar en escritos de varios exponentes del ateismo latinoamericano y anglosajón que han sido publicados en Jornada y asimismo en otros artículos que han atacado de forma gratuita y sin fundamento a la iglesia católica en su jerarquía, muy particularmente en la figura del Papa Juan Pablo II de feliz memoria. He aquí algunos ejemplos:

- Afirmar que “Juan Pablo II es un asesino rumbo a los altares”  es una mentira del tamaño de una catedral además de una ridiculez pasmosa. En verdad ese querido Papa, va camino a los altares, no por homicida (lo cual es falso) sino porque vivió las virtudes y la fe cristiana de manera heroicas.

- Expresar que quienes creen en la existencia de un Dios, personal, inteligente y libre, que ha creado, conserva y gobierna el universo, no son mas que unos minusválidos mentales y que ese Dios solo es un “amigo imaginario” del cual no han podido desembarazarse, trasluce un profundo menosprecio por la opinión ajena y por los fieles de cualquier religión.

- Decir que es una “escena espantosa” el ver a un sacerdote tomar de la mano a un niño y sentir pena por no poder gritarle al infeliz infante que “corra por su vida” (insinuando que pederastia y sacerdocio son sinónimos), nos ofende en lo mas profundo de nuestro ser como cristianos-católicos.

En el uso de la libertad de expresión se puede y se debe ser críticamente respetuoso. Los católicos respetamos el derecho de todos a expresarse pero pedimos a los medios de comunicación que deben ser cuidadosos de no ser utilizados para socavar derechos fundamentales (como la libertad religiosa) y tampoco el de los creyentes a no ser heridos y ofendidos en sus convicciones. La libertad de expresión de los ciudadanos se debe ejercer con respeto a las convicciones más íntimas de los demás. Hay que respetar la libertad de expresión de los ateos, y también la libertad religiosa de los creyentes.

En relación con esto, se hace necesario no perder de vista algunos puntos del Código de Ética del Periodista Venezolano:

Artículo 8. El periodista no deberá deformar, falsear, alterar, tergiversar elaborar material informativo impreso o audiovisual, cuya divulgación o publicación resulte denigrante o humillante para la condición humana. Parágrafo único: Es condenable el uso de étnicas amarillistas como deformaciones del periodismo que afectan el derecho del pueblo a ser correctamente informado.

Artículo 11. El periodista comete falta grave cuando comunica de mala fe acusaciones sin pruebas o ataques injustificados a la dignidad, honor o prestigio de personas, instituciones o agrupaciones.

Artículo 19. El periodista debe verificar las informaciones que recibe y recurrir a las fuentes idóneas que le permitan la información de manera veraz.

Aunque básicamente nuestro descontento se remite no a la actuación periodística, sino a algunos artículos de opinión, no es un ejercicio vano llevar a la práctica también en ellos lo que el Código indica.

Les recordamos que frente al vacío ético-moral que a menudo vemos en la sociedad, la religión en su dimensión cultural y educativa ofrece una contribución preciosa a la formación y crecimiento moral de las personas, y es un componente esencial de nuestro pueblo venezolano, de su identidad histórica, cultural, y espiritual. La fe en la existencia de Dios no es motivo de preocupación, ni es tampoco un obstáculo para gozar honestamente de la vida, sino que es un sólido fundamento para vivir la vida con una actitud de solidaridad, de paz y un sentido de trascendencia. La fe no es fuente de preocupación insana, sino de consuelo y de libertad.

Como miembros de la comisión de medios nos hemos hecho eco con esta misiva, del sentir de muchísimas personas, que heridas en sus convicciones por esos escritos, se han acercado a la parroquia demandando una respuesta enérgica de sus pastores frente a lo que con justicia definen como una orquestada arremetida contra la fe que practican y los valores en los cuales creen.

“Ciertamente, el hombre puede organizar la tierra sin Dios, pero al fin y al cabo, sin Dios no puede menos de organizarla contra el hombre.” Pablo VI, en Populorum Progressio.

Sin otro particular a que hacer referencia se despide de Uds. por la Comisión de Medios de la Parroquia Catedral Nuestra Señora de la Candelaria:

Presbítero. Dr. Pedro Gijs

Marco A Di Rupo B
Freddy Sánchez                                             
Jesús Alejandro Vásquez

Nota. La Comisión de Medios de la Parroquia Catedral Nuestra Señora de la Candelaria la integran ademas de los arriba firmantes las siguientes personas: Sra. Amalia Hitcher, Sra Teresa Sánchez de Guevara y la Sra Magjori Agreda.

El Cocalero y su Gesta Vaticana

El cocalero y su gesta vaticana

Por: Marco A Di Rupo B

El presidente de Bolivia, Evo Morales, no deja de sorprenderme. En su reciente visita al vaticano corrió la cortina sobre una nueva faceta de su personalidad. Ya lo conocía como el acalorado apologista de la despenalización de la hoja de coca (léase droga); el genetista que tras un sinfín de experimentos descubrió las causas de la homosexualidad en la carne de los pollos transgénicos; el antiimperialista silvestre; el falderillo y acolito preferido del Gran Líder; el loro que repite sin cesar el discurso de su amo; el mendigo internacional que pide más y más mientras besa la mano que le da de comer, pero lo insólito… lo que nadie podía esperar es esto: Evo es católico y por si fuera poco, su disciplina más oculta, su pasión en el closet, su hobby intelectual, nos lo ha revelado también: la teología.

Sí, Evo es católico y teólogo. En esta novel faceta de su personalidad y con la pasión propia de los conversos (cual Hans Küng andino), no pudo dejar pasar la ocasión para desplegar el caudal de ideas, hipótesis, conceptos y teorías que el portento de su mente nos regala en su particular visión de la Iglesia. Muchos teólogos díscolos adictos al magisterio paralelo, han sentido una sana envidia por Evo, por su intrepidez y audacia. Mientras ellos solo han rozado con lejanas epístolas y furores solitarios, las murallas de la ortodoxia doctrinal católica, Evo fue mucho más allá, sin protocolo que intermediase, depositó en las blancas manos de Su Santidad una cartita, resumen exquisito de su entelequia religiosa. El Papa aun sin haber leído la carta, quedó abrumado por el peso gnoseológico de la misma, tanto así que nerviosamente la dejo caer sobre la mesa de su despacho. No era para menos, en ella Evo tenía para con el pontífice la deferencia de explicarle las causas de los males que aquejan a la Barca de Pedro y los remedios oportunos para curarlos.

Haciendo gala de sus amplios conocimientos de teología, eclesiología, historia de la Iglesia y psicología, determinó que la Iglesia “está herida y en pecado” y le mostró las dos joyas de sus elucubraciones: la abolición del celibato y el sacerdocio femenino. Lo primero como receta para superar la crisis por la pederastia clerical y lo segundo como reconocimiento a la igualdad de derechos religiosos. Siguiendo esta fórmula, se logrará “democratizar y humanizar” la estructura eclesial para superar la crisis.

Soy privilegiado por haber tenido acceso a tan importante documento del cual extraigo la siguiente perla, “La Iglesia no tiene que negar una parte fundamental de nuestra naturaleza como seres humanos y debe abolir el celibato. Así habrá menos hijas e hijos no reconocidos por sus padres, así podremos sincerarnos ante la realidad”.

Llegados a este punto me asalta una duda. Sin menospreciar las cualidades intelectuales que pueda tener el andino ¿será posible tanta “profundidad” de pensamiento en alguien como Morales? quizás nos esta tomando el pelo o a lo mejor no es más que un simple recadero. Morales no pasa de ser un personajillo de poca monta, casi un analfabeta funcional que no domina a cabalidad el castellano; un simple cocalero catapultado a la presidencia por la miopía y la corrupción de la clase dirigente tradicional de Bolivia. En mi modesta opinión, se le ven las costuras a la hazaña de Evo, ciertos indicios más que evidentes lo confirman. Me imagino con sobradas razones que detrás de la misiva se encuentra en realidad el clérigo suspendido Fernando “gozón” Lugo presidente de Paraguay, pues en los fragmentos antes citados se hace una velada alusión a sus dotes de semental irresponsable y a su inmensa prole allá en tierras guaraníes.

Días antes de su viaje a la Ciudad Eterna estos dos exponentes de la ¿nueva? clase política latinoamericana se reunieron en Asunción y seguramente en esa cita don Lugo susurró al oído de su par boliviano el largo rosario de quejas contra la Iglesia, que vividas a partir de su peculiar entorno sentimental (sexual) lo atormentan de continuo. A este antiguo militante de la teología de la liberación ahora trasmutado en socialista progre le gustaría apaciguar su conciencia y justificar su conducta nada ejemplar (si la escrutamos desde los rigores del evangelio), procurando que las normas de la Iglesia cambien y se encaminen de manera substancial hacia la agenda ideológica que promueven sus enemigos.

La oportunidad para expresar sus desacuerdos y rencores con el Magisterio la entrevió el travieso obispo (aunque por medio de un tercero) en la visita del boliviano al vaticano. Claro, quién mejor que Evo, para exigir grotescamente aquello de lo que no se tiene ni la más minima idea. Ignorante de toda norma protocolar, con escaso sentido común, capaz de proferir cualquier disparate sin miedo al ridículo y desprovisto del elemental decoro en el trato con altos dignatarios, pocos pueden superar a Evo, solo su amo y ese por ahora, no se ha reunido con Ratzinger.

Lo que molesta no es la temeridad del aymara, ni los complejos del guaraní, sino la pretensión de personajes como estos en creerse voceros de los fieles católicos de latinoamerica. La polémica sobre el celibato sacerdotal, el sacerdocio femenino, la ¿democratización? de la institución eclesial y otros temas similares, no le quita el sueño al laico católico en estas latitudes. Son contenidos propios de una elite intelectual integrada por clérigos y teólogos disidentes, en comparsa con politiquillos de izquierda, ventilados principalmente en medios de comunicación hostiles a la Iglesia y por lo tanto ajenos a la experiencia de la fe en aquellos cristianos preocupados ante todo por vivir los valores evangélicos en países cuyas sociedades se encuentran signadas por la violencia, la pobreza extrema y demás plagas generadas desde el poder. Gracias a Dios las demandas de Evo y compañía solo mueven a comentarios jocosos, a fin de cuentas no son sino expresiones repetitivas de nuestra fauna socialista local.

Más que sacerdotes casados, necesitamos sacerdotes santos. Más que sacerdotisas, necesitamos mujeres comprometidas desde su femineidad como agentes de evangelización. Mas que una supuesta democracia eclesial, necesitamos asumir que pastores y fieles en comunión SOMOS IGLESIA.

La Hoguera Mediática

La Hoguera Mediática

Por: Marco A. Di Rupo B.

La inquisición como realidad histórica devino en leyenda negra y sin negar sus excesos, ha sido abordada desde una visión prejuiciada y fuera de contexto. Los enemigos históricos de la Iglesia han abultado de tal manera la cantidad de victimas, que por si solas serían mas que la población de algún país del orbe. El objeto del presente escrito no es estudiar la inquisición, sino algo con lo que se la ha vinculado siempre: la hoguera. Siglos atrás las hogueras se encendían para escarmiento y advertencia de posibles herejes. Tenía este castigo algo de espectáculo macabro, ideal para espectadores en su mayoría ignorantes, morbosos y ávidos de sangre. Jueces, victimas y público, estaban estrechamente unidos al encenderse el primer madero. Aunque no fueron tantos los pasados por el fuego del celo inquisitorial, ciertamente los hubo.

Hoy las hogueras y la inquisición (en su versión distorsionada) siguen vivas, los jueces, las victimas y el público también. Solo ha cambiado la institución que la practicaba. Ya no es la Iglesia (humana y pecadora) y los tribunales civiles de siglos atrás, ahora ese lugar lo han tomado otros: los mass media (con el New York Times, la Associated Press y la BBC a la cabeza), los abogados inescrupulosos, el neo-ateismo bestselleriano (Richard Dawkins, Christopher Hitchens y compañía), las transnacionales del aborto y la anticoncepción, el socialismo jurasico (marxismo-leninismo), el socialismo progre (neo-marxismo), el movimiento gay internacional etc. Con la novedad de que la victima es la Iglesia y que ellos son a la vez acusetas y jueces.

Traigo todo esto a colación en relación al escándalo mundial suscitado por los casos de abuso sexual cometidos por ciertos sacerdotes católicos en diversos países. Ciertamente se han dado casos de acoso sexual, pederastia y otros delitos conexos, por parte de algunos curas, pero estos hechos desde todo punto de vista condenables (y como se viene afirmando, uno es demasiado), solo comprometen a un número ínfimo de clérigos y casi todos están relacionados con problemas de homosexualidad. Los verdaderos casos de estricta pederastía se pueden contar con los de dos de la mano. Estos temas los presentan los tribunales mediáticos de manera escandalosa, exponenciando su número, exagerando los hechos, incriminando sin pruebas, sin ánimo de proteger a las victimas, sino mas bien con el deseo expreso de aniquilar moralmente a la Iglesia y a su cabeza visible el Papa, por aquello de que “hiere al pastor y se dispersarán las ovejas”.

¿Qué escupen estos nuevos inquisidores? Que la Iglesia Católica tiene como política institucional el abuso sexual de menores, lo estimula y protege a los abusadores. Que el Papa esta comprometido en el encubrimiento de estos abusos. Que la Iglesia no ha hecho nada para castigar a los implicados y proteger a las victimas. Que la Iglesia es una entidad retrograda etc. Pura demagogia atizada por estos grupos de presión molestos por la posición de la Iglesia contra el comunismo, los regimenes totalitarios, el capitalismo salvaje, el aborto, la eutanasia, el “matrimonio” gay, y por la defensa de la educación religiosa, el derecho de todos a la vida; y por su apoyo a pueblos oprimidos, como el palestino. Como se ve, la Iglesia es el objetivo.

En esta nueva cruzada se dan la mano (extraña mezcla) el neo-marxismo gramsciano y el capitalismo mundial, los une un solo objetivo: la destrucción del cristianismo, su visión del mundo, sus valores y sus instituciones, ejecutando una agenda ideológica que promueve a corto plazo el terrorismo judicial (abogados como Jeff Anderson ha ganado mas de 60 millones de dólares demandando a la Iglesia en EEUU) la difamación, la duda, el chantaje, el ostracismo y el debilitamiento estructural de la Iglesia católica. A mediano plazo se proponen el desmantelamiento de instituciones claves para la sociedad como la familia, el matrimonio y la religión, y a largo plazo la instauración del totalitarismo cultural laicista.

Como la Iglesia Católica se opone radicalmente a todo lo anterior, es el enemigo a atacar. Por eso la caída en situaciones delictuales de alguno de sus miembros por pequeña y aislada que sea, será explotada sin misericordia. Aquellos que desde hace unos cincuenta años promueven el libertinaje sexual, la pornografía, el relativismo moral, y la cultura de la muerte desde la ONU, partidos políticos, cortes supremas, parlamentos, ONGs, y medios de comunicación, son los que ahora hipócritamente se erigen como defensores de la integridad de jóvenes y niños.

En el caso de Venezuela es por todos conocido el ataque constante desde las altas esferas del poder contra la Iglesia, que se opone abiertamente a la instauración del socialismo marxista-leninista en el país y defiende los derechos humanos de todos. No es casual que del presidente para abajo, los exponentes del chavismo, mediante declaraciones y atropellos, intenten apabullarla y dividirla, sin mencionar las ofensas y descalificaciones constantes hacia su jerarquía.

Rebatir punto por punto los argumentos de estos nuevos cruzados anticatólicos excede las dimensiones de este artículo, pero no esta de más aportar algunos datos.

1) Según datos del periodista Luigi Accatoli, en los últimos 15 años en Alemania se denunciaron 210 mil casos de abuso sexual contra menores, 94 de estos relacionados con sacerdotes católicos (0,04%). ¿Por qué solo esos 94 casos reciben atención? ¿Los otros 209.906 niños alemanes no merecen ser defendidos y sus ofensores castigados?

2) Según http://www.reformation.com/ algunos Ministros Protestantes que en años pasados han abusado sexualmente de niños en USA: 147 pastores Bautistas, 251 pastores de iglesias bíblicas (evangélico-fundamentalistas), 140 ministros anglicanos/episcopalinos, 38 ministros luteranos, 46 ministros metodistas, 19 ministros presbiterianos, 197 pastores de iglesias sin denominación. Total 838. ¿Por qué será que solo se fijan en los sacerdotes católicos? Extraño muy extraño...

3) Según el informe John Jay elaborado por una institución que no pertenece a la Iglesia Católica, el John Jay College of Criminal Justice (City University of New York), el 96% de los sacerdotes de los Estados Unidos han desempeñado bien sus funciones sin estar implicados en ningún tipo de abuso sexual en cincuenta años.

4) En un comunicado, leído por el Arzobispo Silvani María Tomasi en Setiembre del 2009, la Santa Sede señaló: “Ahora sabemos que en los últimos 50 años en algún lugar entre el 1.5% y el 5% del clero católico ha estado involucrado en casos de abuso sexual”

5) Solamente en 1998 hubo más de cien mil casos (103,600 niños) de abuso sexual a menores en los Estados Unidos, cometidos principalmente por familiares y maestros ¿Por qué no hablan de esto el New York Times, la AP y la BBC?.

No es noticia para el lobby anticatólico mundial, lo que hace la Iglesia por los más necesitados en todas partes, los miles de hospitales y casas para enfermos con SIDA que atiende, la labor de CARITAS y otras organizaciones católicas en países azotados por desastres naturales, los comedores, las casa de refugio, escuelas y universidades, los orfanatos y los miles de religiosos que día a día dan testimonio de amor al prójimo, compartiendo el sufrimiento y el dolor con los excluidos del mundo.

Cuando se ataca a la Iglesia como institución por el pecado de alguno de sus ministros, se actúa de mala fe, transparentando el odio a Cristo y a su esposa, no lo pueden ocultar. Como católicos debemos asumir que cuando se ataca a nuestra Madre y Maestra, que cuando se arremete contra el Cuerpo del cual somos miembros, no podemos ni debemos ser indiferentes. Debemos dar la pelea con las armas-virtudes del cristiano: fe, esperanza y caridad. Enfrentemos estos ataques con valentía, con mucha oración, exponiendo la verdad y dando razones de nuestra fe, recordando que:

“nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas”.